Cuáles son los efectos colaterales del confinamiento para evitar la COVID-19 en las personas mayores, y las medidas para prevenirlos o tratarlos?

MENSAJES CLAVE

Las personas mayores son un colectivo especialmente vulnerable y de mal pronóstico en relación a la COVID-19, y son una población prioritaria de las iniciativas de confinamiento y distanciamiento social para evitar el contagio por SARS-CoV-2. Sin embargo, no hay evidencia sobre el impacto negativo de estas medidas sobre la salud física, el estado cognitivo y emocional y las relaciones sociales y de apoyo de las personas mayores, ni sobre cómo prevenirlos ni tratarlos. Existe evidencia que aporta información con una certeza muy baja de que las personas mayores con buena auto-percepción sobre el envejecimiento podrían ser más resilientes ante la situación de sufrimiento (estrés negativo) que supone el confinamiento y la pandemia actual. Las mujeres padecen más soledad y sufrimiento.

FECHA DE ELABORACIÓN 21 de abril 2020. (este documento ha contado con la colaboración de Marta Roqué y Laura Coll-Planas (laura.coll@uab.cat; Fundació Salut i Envelliment-UAB))

CONTEXTO Las personas mayores son un grupo especialmente vulnerable ante la COVID-19 y presentan un peor pronóstico [1]. La Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología destacan la importancia de determinados factores específicos de las personas mayores que influyen en este peor pronóstico, como la comorbilidad y los síndromes geriátricos, la institucionalización en residencias (relacionada, a su vez, con la comorbilidad y con factores estructurales y contextuales) y la fragilidad asociada al envejecimiento. Este último factor condiciona su pobre respuesta inmunitaria, y la disminución de la reserva funcional, que conlleva una reducción en la capacidad intrínseca y la resiliencia [2].

Esta vulnerabilidad frente a la COVID-19 ha llevado a la implementación de medidas preventivas más restrictivas de confinamiento para las personas mayores que para los adultos, y a la implementación de medidas intensivas de control de propagación de la infección en las residencias y alojamientos residenciales, como centros sociosanitarios o viviendas asistidas.

Sin embargo, estas medidas de distanciamiento social pueden inducir a efectos negativos sobre la salud de los mayores en términos de inactividad física, deterioro cognitivo y demencia, fragilidad, soledad o afectación del estado emocional. Por este motivo, es conveniente comprender con detalle el impacto de estos efectos negativos para establecer medidas adicionales al confinamiento que promuevan el seguimiento, la detección precoz e
Respuestas SARS-CoV-2
intervenciones preventivas, de rehabilitación o paliativas. Estas medidas pueden englobar actividades ya conocidas de promoción de la actividad física o estimulación cognitiva, así como las medidas emergentes de prescripción social para la soledad y la afectación del estado emocional.

En este documento de revisión se identifica y evalúa la evidencia existente sobre los efectos del confinamiento y el distanciamiento social sobre las personas mayores, así como las medidas preventivas y terapéuticas específicas para esta población.